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Tortilla de patata española que, aunque parezca increíble, no hay dos iguales
Resulta realmente curioso que salgan tortillas tan distintas de una receta tan simple. Eso sí, todas coinciden en una cosa y es que están muy buenas.
Plato ideal para excursión, siempre que no sea la típica tortilla muy "huevona", que suele estar bastante mejor recién hecha.
Anécdota número 1
Existe un estándar que gusta a todo el mundo y ese es la tortilla de patata.
Pero últimamente se observan ciertas tendencias en algunas casas del estilo: "hoy la voy a hacer sin cebolla porque a fulanito o a fulanita no le gusta". Mirad que intento ser siempre una persona moderada y transigente, pero hay cosas que inevitablemente hacen que me subleve porque... ¡mira que hay gente roncha! Pues yo, sintiéndolo mucho, por ahí no paso y la hago siempre con cebolla. A partir de ahí, como las lentejas, si quieres las tomas y si no, las dejas.
Anécdota número 2
Mil variedades de tortillas, siempre más o menos ricas, pero siempre comestibles, excepto una vez que una persona nos ofreció en su casa una tortilla con trozos grandes de patata medio crudos. My cónyuge y yo coincidimos en que aquello era intragable.
Visto desde el lado gracioso, también tiene su mérito haber conseguido hacer la primera tortilla intragable de la historia.
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