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recetas para el buen yantar

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Bizcocho de nata sencillo y barato. Ideal para tartas

Delicioso bizcochito de nata muy sencillo de hacer, especialmente indicado para tartas.

foto de un bizcocho de nata
Dificultad
Ninguna
Tiempo
1 hora
Comensales
Para 8 personas
Categoría
Origen dulce
Autor
Phaty
Fecha
30/05/2016

Comentario

Es un bizcocho sencillo de hacer y muy económico, estupendo para hacer las típicas tartas de bizcocho relleno.

Con un molde redondo de 27 cm. sale de una altura tal, que muy fácilmente se abre en dos pisos con ayuda de un cuchillo largo, como el jamonero. Con un diámetro un poco menor, saldría un bizcocho de más altura y, con la maña suficiente, se podría hacer un piso más, lo que se traduciría en más relleno y tarta más jugosa.

foto de un bizcocho de nata abierto en dos pisos.

Ingredientes

  • 250 gr. de harina repostería
  • 3 huevos
  • 150 gr. de azúcar
  • 200 ml. de nata líquida
  • mantequilla para untar molde

Pasos para su elaboración

1
Se mezclan los huevos con el azúcar hasta conseguir una mezcla cremosa.
2
Se añade la nata y se mezcla todo bien.
3
Ahora se va añadiendo la harina, con movimientos envolventes. En este caso he utilizado una harina de repostería con levadura incorporada y se ha levantado lo justo, sin excesivo abombamiento en el medio.
4
Se pone en un molde, previamente untado con mantequilla, y se mete en el horno a 180 grados, con precalentamiento de 10 minutos.
5
Es recomendable poner en la parte baja del horno un cacharro con agua, que ayuda a mantener una humedad óptima.
6
Lo típico, estará listo cuando se clave una aguja y salga limpia. No es recomendable hacerlo antes de tiempo. En este caso, con un molde redondo de 27 cm. de diámetro, ha estado 25 minutos.
7
Y, finalmente, aunque este bizcocho se hace para una tarta, también está bueno así, o sea, que si se quiere, se le puede dar el toque maestro con un espolvoreo de azúcar glas y ya habrá bizcocho para el desayuno.

La anécdota de esta receta

Mira que yo paso de movimientos envolventes con los bizcochos y a las primeras de cambio echo mano de la batidora, pero en este caso, por primera vez en mi vida, y sin que sirva de precedente, lo he mezclado con cuchara. Eso sí, de movimientos envolventes, poca cosa, más bien empleando la fuerza para darle vueltas.

Y con esto, he evitado limpiar la batidora, que parecerá una tontería, pero no me resulta nada cómodo estar metiendo el estropajo entre las cuchillas manchadas. ¡Bah! ¡Manías!

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