recetas para el buen yantar

1

Se compran codillos frescos, en el supermercado de confianza, donde se venden envasados al vacío y duran unos días en la nevera. Cuando se vayan a preparar se les quita el plástico y se les deja 10 minutos de reposo.

2

Se adoban con sal, pimienta y abundante romero y se cuecen durante una hora y cuarenta y cinco minutos totalmente cubiertos de agua, acompañados de media cebolla, una zanahoria, una hoja de laurel y un buen trozo de puerro. Finalmente la carne tiene que tender a despegarse del hueso.

3

Paralelamente, en una fuente con una pequeña base de aceite, se pone cebolla, pimiento, calabacín, todo bien troceado, y unos champiñones laminados. Se les echa un poco de sal y un pequeño chorrito de aceite por encima. Se pone en la bandeja del medio del horno durante una hora a 165 grados sin precalentamiento.

4

Pasada esta hora, que se habrá hecho coincidir con el final de la cocción de los codillos, se apartan un poco las verduras hacia los lados y se ponen los codillos con el fin de gratinarlos. Se les echa por encima de los codillos y las verduras un poco del caldo de la cocción, colado, y se deja en la bandeja del medio, pero subiendo la temperatura a 250 grados y posición de gratinado. Se tiene así media hora y los codillos estarán listos para comerse.

5

Listo, se servirá acompañado de arroz en blanco, puré de patatas o patatas fritas